La abdominoplastia es una cirugía estética para mejorar la forma de la barriga (abdomen). La cirugía estética de abdomen consiste en eliminar el exceso de piel suelta, grasa y estrías, tensar los músculos abdominales y crear un nuevo ombligo.
El objetivo es eliminar el exceso de piel flácida de la barriga que no puede mejorarse con ejercicio; por ejemplo, el exceso de piel causado por el embarazo o por ganar y perder mucho peso. La incisión se realiza a través de la línea de la ropa interior, de cadera a cadera por encima del pubis. La segunda incisión se realiza para liberar el ombligo del tejido circundante.
Se reparan y realinean los músculos abdominales. Se elimina el exceso de piel y grasa y se crea un nuevo botón en su posición natural. El último paso consiste en suturar el ombligo y la incisión en la línea de la ropa interior. De este modo, la incisión queda oculta donde no puede verse. La operación dura unas 2-5 horas y el paciente pasa la noche o más en el hospital. La cirugía estética de abdomen no es ideal para pacientes con sobrepeso. La cirugía de pérdida de peso se recomienda a los pacientes con un IMC demasiado elevado.
Normalmente, a los pacientes que se han sometido a una cirugía de pérdida de peso se les recomienda posteriormente someterse a una cirugía estética de abdomen para liberarse del exceso de piel. La liposucción puede combinarse con la cirugía estética de abdomen para obtener los mejores resultados dependiendo del caso. En algunos casos, sólo la cirugía estética de abdomen es ideal. Algunos pacientes pueden conformarse con someterse a una minicirugía estética de abdomen.
La minicirugía estética de abdomen consiste únicamente en eliminar el exceso de piel de la parte inferior del abdomen para tensar la piel y no se toca el ombligo. Para obtener un resultado satisfactorio, se recomienda que la cirugía estética de abdomen la realice un cirujano plástico certificado. Después de una consulta, su Cirujano Plástico Certificado le proporcionará el plan de tratamiento personal para la cirugía. Los cuidados posteriores se apoyan en el uso de una prenda de compresión durante 4-6 semanas. Es de esperar que se produzca hinchazón, pero los resultados pueden apreciarse inmediatamente después de la intervención y mejorarán con el tiempo, a medida que el cuerpo vaya cicatrizando.